La dinámica del mundo globalizado exige actores igualmente dinámicos y flexibles, capaces de adoptar cambios y nuevos productos, con oportunidad, calidad, confiabilidad, cumplimiento y excelente servicio.
La arquitectura empresarial es el ejercicio estratégico que permite delinear y moldear la realidad del negocio acorde con las necesidades y requerimientos de las partes interesadas (stakeholders). Esto es, la definición, diseño, alineación, cohesión, implementación e integración dinámica de todos y cada uno de los componentes del negocio, generando sinergia y mejora continua de su desempeño.










